“Descubrir la música de Raymond Scott es como tropezarse con los Manuscritos del Mar Muerto de la música del siglo XX”
               Irwin Chusid, Director, Raymond Scott Archives.

Miguel descubrió a Raymond Scott en el año 2001 bajando las mil y una curvas del Puerto del Escudo camino de Santander donde iba a actuar con su jefe y compadre Nacho Mastretta. Nacho había escogido un disco de su inabarcable discoteca para escuchar en el viaje; este disco, “Bug music” del clarinestista Don Byron, contenía,además de seis piezas de Scott, otras tantas del sexteto de John Kirby además de unas cuantas del primer Duke Ellington.

Cuando llegó abajo, aún bajo los efectos de las curvas, frenazos y acelerones del descenso y la audición, ya sabía que esa era la música que iba a interpretar durante muchos años.

Los sextetos de Kirby y Scott fueron muy populares en su día(mediados de los años 30)aunque también sufrieron la incomprensión y el rechazo de ciertos críticos y músicos. Scott formó su “quinteto” de seis miembros en 1937 con el cual, y hasta 1939, desarrolló un legado de piezas de jazz-pop animadas y pegadizas con ecos de París, Turquía, México, Africa, Europa del este y Arabia y fusionando jazz, pop de la época, música clásica, ópera y los ritmos de la jungla. En su música no había apenas lugar para la improvisación y sus músicos tenían que aprender sus piezas, sin permiso para transcribirlas, escuchándolas mientras las tocaba al piano. Sus composiciones fueron utilizadas, casi sin su conocimiento, por Carl Stalling para las bandas sonoras de los dibujos animados de la Warner y, más tarde, en el Show de Ren & Stimpy y Los Simpsons. Scott es también uno de los abuelos del cyberruido industrial. Tenía auténtica obsesión por las técnicas de grabación e inventó numerosos aparatos de sonido precursores de los sintetizadores, reverbs, etc de hoy en día, como el Clavivox, especie de sintetizador creado en colaboración con Robert Moog. Scott murió en 1994 con 86 años pero su impronta se puede apreciar en artistas tan dispares como Frank Zappa, Danny Elfman, Devo o Duke Ellington.

El sexteto de John Kirby desarrolló su actividad en los mismos años que el de Scott aunque tuvo una vida más larga, llegando hasta 1950. Contaba entre sus filas con algunos de los mejores músicos negros de la época como Billy Kyle, Charlie Shavers, Russell Procope o Buster Bailey. Aunque tiene ciertos paralelismos con el Quinteto de Raymond Scott como el uso de temas de música clásica, los arreglos minuciosamente elaborados o el gusto por los sonidos exóticos se diferencia de aquel en su mayor cercanía al jazz como tal con un mayor uso de la improvisación.

Casi veinte años después de la formación de la banda las piezas de Scott y Kirby han ido cediendo terreno a las composiciones originales y, en estos momentos (año 2021), la mayor parte del repertorio está compuesto por Miguel.

El objetivo de Raymond Scott era ”escribir música que fuera apreciada por la gente la primera vez que la escuchara” y hoy en día resulta difícil encontrar sonidos tan complejos y a la vez tan sumamente divertidos. En 1939 Harold Taylor, un crítico de la revista Rhythm escribió, dentro de un artículo devastador titulado”Te puedes quedar con Scott”: “Está muy bien escribir música disparatada, e imitar cosas como pingüinos o centrales eléctricas, pero escribir música disparatada no es suficiente. Si lo que quieres es música disparatada, hay un montón de ella en Stravinsky.”

Vale Harold, donde quiera que estés, fuiste un visionario. ¡¡DAME MÁS MÚSICA DISPARATADA!!

Formación:
Miguel Malla – Saxo tenor / Saxo alto / Clarinete / Voz
Juan Luis Ramírez – Clarinete
Pascual Piqueras – Trompeta / Voz
Javier López – Piano
Pablo Navarro – Contrabajo
Gabriel Marijuan – Batería

Los seis músicos tienen una amplia experiencia en el terreno jazzístico, clásico y popular. Han grabado y colaborado con formaciones y artistas tan diversos como Barry Harris, Jorge Pardo, Perico Sambeat, Karl Berger’s Improvisers Orchestra, David Murray’s Big Band, Macy Gray, Ned Rothenberg, Kenny Wessel, Los Panchos, Nacho Mastretta, Big Band de Jerry González, Coque Malla… En el año 2003 formaron parte de la banda de Mastretta en la Gala de la XVII Edición de los Premios Goya. Son habituales en el Café Central de Madrid y otros clubes de jazz y desde su formación giran habitualmente por nuestro país. Anteriormente a la actual formación han formado parte del grupo los músicos Tony Heimer piano (2003-2004), Santiago Rapallo batería (2004-2008) y Daniel Parra batería (2008-2016).

En 2006 editaron un primer disco de nombre Racalmuto con piezas de Scott, Kirby y seis temas originales con el sello independiente Subterfuge Records y en 2010 sacaron De nuevo en el infierno un segundo disco con Zakopane Records con colaboraciones de Nacho Mastretta y Norman Hogue. En 2008 fueron responsables de la música en directo en eventos como la Gala de la Unión de Actores, la inauguración del Casón del Buen Retiro de Madrid , el Homenaje a Rafael Azcona (organizado por la Academia de Cine) y en agosto de 2008 actuaron e impartieron varios talleres para niños en el Centro Cultural Español de Santo Domingo (República Dominicana). Racalmuto ha grabado varias B.S.O. compuestas por Miguel Malla: Días de fútbol y Días de cine de David SerranoLa suerte dormida de Ángeles González- SindeEl lunar de Miguel Ángel Calvo Buttini y Gente de mala calidad de Juan Cavestany. Además son colaboradores habituales del grupo de teatro Animalario.

En julio de 2010 clausuraron el XII Festival de Cine Judío de Barcelona con la presencia de Stan Warnow, hijo de Raymond Scott, que presentaba el documental Deconstructing Dad sobre la figura de su padre y viajaron a Thessaloniki (Grecia) donde actuaron en su festival de Jazz.

En abril de 2016 Miguel Malla presentó en el United Palace Theatre de Nueva York un concierto/ proyección con dibujos animados españoles y músicos neoyorkinos para el que escribió una serie de piezas originales.

Racalmuto para niños

Una de las facetas a las que más atención ha prestado el grupo desde su creación ha sido los conciertos didácticos para niños con la creación de un espectáculo para niños en el que se combina la música con proyecciones de dibujos animados.

La puesta en escena del espectáculo viene aderezada con una buena dosis de humor gracias a la interpretación de los músicos: la presentación de cada tema se convierte en un sketch mediante el cual se explica el argumento de la película y algún dato sobre la misma. Así mismo se explica con ejemplos sonoros la función de la música en la creación de la banda sonora del dibujo animado en la que cada instrumento interpreta un efecto asociado a un movimiento, a un estado de ánimo o a una situación característica.

Se trata de una pequeña introducción al mundo de la música, de la sonoridad de cada instrumento y su relación con la imagen. Algunos niños se subirán al escenario a tocar un contrabajo, una batería o un clarinete por primera vez.

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